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sábado, 27 de octubre de 2012

LAS TERRAZAS

UNA vez dicho adiós al verano, donde las terrazas de los bares han sido la excusa perfecta para pasar más tiempo fuera de casa, es hora de hacer balance. Balance no de lo que nos hemos gastado, aunque más de alguno debiera hacerlo, sino de la presencia de dichas terrazas y del trato que hemos recibido como clientes y de su limpieza.

Según una ordenanza del Ayuntamiento, desde el 1 de enero de 1999, se necesita una licencia de ocupación de terrenos de uso público para sacar a la calle mesas y sillas con finalidad lucrativa. ¿Y tienen dicha licencia todos los bares con terraza?

Según esa misma ordenanza, la tasa que se paga por ello es de 1500 pesetas/metro cuadrado y año. Y viéndolo en pesetas todavía, y no también en euros, me entra la duda, ¿lo cobrará realmente el Ayuntamiento?

Si lo traducimos a euros, son nueve euros por metro cuadrado y año. Es decir, una cantidad irrisoria, teniendo en cuenta el gran espacio que ocupan algunas y que a veces impiden el paso a los transeúntes. Por lo tanto, preguntémonos qué pagan las terrazas de los bares de la Plaza del Mercado Viejo, de la Plaza de San Blas, de los Mesones…

¿Y qué decir del sitio de calle que alguna terraza ocupa permanentemente, separándolo del resto, casi como si fuera privado, aunque no estén fuera las mesas y sillas? Y de la limpieza de alguna, ¿qué opinamos?

Las terrazas dan vida, pero el Ayuntamiento debiera hacerles cumplir unas mínimas normas de higiene y de ocupación de espacio. O si no, retirarles la licencia. Pues lo que ofrecemos al visitante se debe corresponder con la imagen con que nos anunciamos.
  

viernes, 19 de octubre de 2012

CHINOS Y HUELGA

Chinos

DESPUÉS del duro golpe a la mafia china en España, por el blanqueo de dinero, debemos pensar si hacen lo mismo los bazares regentados por chinos en nuestra provincia. En Lerma tenemos uno ¿y es de fiar?

Aquí en 2010 asesinaron al antiguo dueño de este establecimiento. Su juicio está previsto para diciembre de este año y, además de la condena de cárcel para uno de los asesinos,  piden que la esposa y los dos hijos del asesinado sean indemnizados con 300.000 euros. Le mataron, entre otras cosas, según dicen, para robarle, pues guardaba mucho dinero ¿legal? en su casa. ¿Y no será la cantidad que reclaman la que él ocultaba?

La competencia siempre es buena, pero creo que este establecimiento más que dar trabajo a la comarca, quita, pues evita que compremos en otros locales con más empleados. ¿Por qué seguimos visitando chinos, cuando sabemos que la calidad de la mayoría de sus productos es inferior y además dudamos de su legalidad? Porque somos... tontos.
  

Huelga

AYER los alumnos del instituto Valle del Arlanza se sumaron a la huelga convocada a nivel nacional. Reivindicando así la anulación de los recortes que el Gobierno de Rajoy está aplicando en la Enseñanza.

Fue, aunque en el número de manifestantes nunca se ponen o nos ponemos de acuerdo, una huelga exitosa, pero ¿sirve para algo? ¿Quién recoge, una vez celebrada, ese pulso, esa queja unánime, si el Gobierno no está dispuesto a modificar su postura? ¿Y qué hace la oposición, los políticos, para que sean ellos los que exijan un cambio al Gobierno y no los estudiantes, los padres y los profesores?

Por otra parte, ¿cuál es el camino correcto, el camino para llegar a un entendimiento, la solución definitiva para que ningún gobierno futuro lo ponga patas arriba?

Lo que no entiendo en esta clase de manifestaciones, según vemos en la televisión, es la presencia de banderas de todo tipo, ¿acaso lo que queremos lo defendemos por una ideología? ¿O por ser personas de una sociedad que ama la cultura y defiende la enseñanza?

La buena preparación de los estudiantes de un país nunca depende de su sistema político, sino de su sistema educativo. No lo olvidemos.

lunes, 8 de octubre de 2012

UN APUNTE SOBRE LA FIESTA DE LA VENDIMIA

ESTE pasado fin de semana, en Santa Cecilia, y con gran afluencia de público, hemos celebrado la XV edición de la Feria de la Vendimia del Arlanza. Y un año más, y en un acto más, he comprobado que solemos retroceder al pasado para celebrar el presente y a veces también el futuro. ¿No nos estaremos equivocando?

Los lugareños recibieron a los visitantes representando oficios y maneras de un tiempo ya muerto, de unos años tocados por la pobreza… Allí se recordó a los mozos rondando a las mozas, cuando éstas iban a la fuente a por agua; allí estaban las mujeres remendando calcetines o tendiendo la ropa al sol; allí una cocina muy antigua, una habitación fría y sola con su orinal…   ¿Es esto lo que buscamos, lo que deseamos que defiendan nuestros hijos? ¿No nos estaremos imponiendo nuestro propio estancamiento?

Además descubrimos placas con poca hondura, casi incrédulos, como para salir de paso o si nos faltara empeño. Y somos propensos a escribir textos que rozan la mediocridad, la ñoñería  e incluso la risa. Como el que se descubrió en dicha fiesta en homenaje a la mujer rural y que terminaba así: “ … y con gran cariño nuestra ropa lavó.

Está bien tener presente el pasado, lo que fuimos, pero solo para mejorar. Está bien, muy bien, mantener ciertas tradiciones, los trajes y los bailes, todo aquello que hable de nuestra tierra, de nuestra idiosincrasia, pero no de nuestros años más pobres y de la escasez del lugar.

Y lo malo de esto es que mañana hay otra fiesta en otro bello rincón nuestro y volvemos sobre lo mismo. Nos repetimos más que la canción del verano, pero sin éxito…