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jueves, 15 de noviembre de 2012

NO AYUDA EN NADA

AYER tuvimos una huelga general, ¿y qué? Para los convocantes fue un éxito. Para el Gobierno, no tanto. Nos estamos acostumbrando, desgraciadamente, a esto de las huelgas, pero no importa. Últimamente hemos descubierto que la única forma de medir dichos actos es a través del consumo eléctrico: lo comparamos con la anterior huelga y ya está, se terminó el baile de cifras. ¿Y sirve para algo el éxito o el fracaso de un paro voluntario de los trabajadores?

En tiempo de crisis, como la que sufrimos, perjudica todo aquello que provoque más gasto, y una huelga general mayor del 40% es ahondar más en la herida. Entonces, ¿qué se puede hacer? En democracia, y ante la mayoría absoluta de un partido, lo único que podemos hacer, mientras esperamos a que pasen cuatro años para volver a votar, es manifestarnos pacífica y constantemente y exigir a la oposición su compromiso político con la sociedad, pues siempre la oposición es el futuro de un país.

No olvidemos, por otra parte, que esta huelga ha sido una huelga política _aunque estemos hasta el cuello de recortes_, pues solo fue convocada por los dos sindicatos mayoritarios. Sindicatos que no saben cómo recuperar el prestigio perdido. 

¿Y en Lerma? ¿Quién trabajó y quién no? Quienes no cerraron ese día ni otros parecidos fueron los bares. Estos nunca cierran. Tampoco los supermercados ni las diferentes tiendas. Ni el mercadillo de la plaza. En la banca se registró un 20% de paro. Y mayoritario fue en el Colegio y en el Instituto.

En el Polígono Industrial hubo piquetes, y ya saben ustedes lo que pasa. En cambio las empresas ubicadas en pleno casco urbano o cerca, tuvieron más suerte. Sus operarios acudieron al puesto de trabajo. Como hicieron los trabajadores de Elipse, y no por simpatizar con la empresa sino por miedo a perder sus empleos. Cuyos directivos _María Luisa Navarro y Amaya Arzuaga_, además de obligar a trabajar el día de la huelga, siguen, después ya de un año, sin cumplir lo acordado en la carta de despido. ¡Vaya país! O Vuelta usted mañana, que diría Larra.

Los que no hicieron huelga por estar ya en ello, en huelga forzosa, obligada, impuesta, fueron los desempleados lermeños, cuya cifra en el pasado mes ascendió a 263. Mujeres 122 y hombres 141. Con un dato preocupante: 129 hombres mayores de 25 años. Esto puede suponer un número importante de familias afectadas.

Y en estos datos están las respuestas a muchas de las preguntas que nos hacemos. Aquí está el motivo por la falta de público a ciertos espectáculos, por el cierre de establecimientos, por la venta de locales y viviendas…

Por ello, tener un puesto de trabajo es tener un seguro de vida y de diversión. Y las huelgas, el miedo, la injusticia social y laboral, el amiguismo en las administraciones públicas… no ayudan en nada.