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lunes, 20 de octubre de 2014

9N

El 9N es la fecha para proclamar el inicio del independentismo catalán, pues según ellos es la única forma que tienen para defender su futuro.  Mientras, el Gobierno de España hace lo que tiene que hacer: utilizar la Constitución para impedir dicha separación. Pues una cosa es consultar para conocer la opinión de unos determinados ciudadanos, sin más, sin ninguna repercusión, y otra muy distinta celebrar un referéndum con la idea segura de que va a ganar el SÍ del separatismo y que habrá que materializar como sea.

En esto la oposición y los demás partidos tienen mucho que ofrecer. Uno de los responsables de que las llamas del fuego independentista sean tan altas es, aparte del ERC,  el Partido Socialista de Cataluña, pues no supo en su momento, por miedo a perder votos, qué defender.

Su incondicionalidad a la unión de España es fundamental, pero ¿por qué no lo dicen con la misma contundencia que ellos, los catalanes, enarbolan su nueva bandera? Una bandera, por cierto, poco original y sí quizá algo bananera con esa estrella que luce.

Nos preocupa esta situación. ¿Y al joven partido PODEMOS? Sabemos que apoyan cualquier decisión democrática, pero deben mojarse más, muchísimo más, decir si quieren una España cada vez más reducida o todo lo contrario.

En este conflicto, por otra parte, tienen mucho peso los empresarios. Si ellos quisieran, si amenazaran con sacar de Cataluña sus empresas, estos sueños de grandeza que tienen algunos políticos, como Arturo Mas, serían simplemente pesadillas borradas por el sol de la mañana. Algunas de esas empresas son el cava y otros productos, pero también cajas y bancos.

¿Y qué podemos hacer, desde Lerma, quienes deseamos que Cataluña siga siendo España? Si mantienen su anti-españolismo, su ruptura, sólo una cosa: no consumir catalanismo, no celebrar estas próximas navidades con su cava ni guardar nuestros dineros  en Caixabank.