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viernes, 10 de febrero de 2012

OBRAS EN LA IGLESIA DE SAN JUAN


APARECIÓ en el boletín de diciembre de 2011 de la Parroquia de Lerma. También se editó una tarjeta de Navidad pidiendo ayuda para tal iniciativa. Y ahora es la prensa diaria quien ha dado a conocer más la noticia: Abrir una puerta lateral en la iglesia de San Juan para mejorar la accesibilidad y otras obras.

Este proyecto, que cuenta con licencia del Ayuntamiento y de la Comisión Territorial de Patrimonio de la Junta de Castilla y León, es idea del Consejo de Economía de la Parroquia. Pero, ¿quiénes son sus miembros?, ¿quiénes los eligen? ¿Tienen algo que decir en esto los feligreses?

Este consejo es consciente, así reza en el escrito del boletín, de que estamos en un momento económicamente malo, muy malo, pero a pesar de ello pretenden seguir con una obra cuyo importe asciende a 168.771 euros, que se dice pronto.

Si repasamos los diferentes puntos que componen el proyecto, veremos que algunos tienen su peso, su valor, pero que otros carecen de la necesidad suficiente como para gastarnos tal dinero. O al menos requieren un tiempo de espera y otro tipo de enfoque. Pues si se abre una puerta lateral (suficiente para una silla de ruedas y poco más), por ejemplo, y por lo tanto más accesibilidad a la iglesia, ¿para qué modificar la puerta de entrada? Por otra parte, esa puerta lateral, en los días de frío y viento, será poco acogedora, y menos para las personas mayores.

Lo que merece la pena, sin duda, es la restauración de nueve tallas de Cristo Crucificado y su exposición junto con otras obras de arte. Lo necesario es cambiar el sistema de calefacción, si con ello la parroquia ahorra y mejora.

El pensamiento tonto de una noche de insomnio es la apertura de una puerta lateral en la iglesia, con sus cancelas de cristal al estilo de las colocadas en la Ermita de la Piedad. Es pretender construir un WC para uso de los fieles, al que se pueda acceder por una rampa desde el lado derecho de interior de la iglesia. (¿Se imaginan ustedes en mitad del sermón escuchar el ruido de la cadena y otras músicas?)

Apliquemos el sentido común. En esta crisis tan dura es mucho sacrificio cualquier donativo, aunque tenga su desgravación. Y aunque ADECOAR aporte el 51% del presupuesto y se hayan conseguido otras maneras de financiación, todavía quedan pendientes 37.500 euros (según el boletín), que esperemos no sean más.

Si con esta obra se está pensando en promocionar nuestro patrimonio y potenciar el turismo que nos visita, entonces no permitamos, por ejemplo, el deterioro de la parte norte de la Colegiata. O que el convento de las Clarisas termine medio olvidado o cerrándose, pues en estos momentos solamente es utilizado por las monjas para pernoctar. También existen en nuestra villa otros monumentos y paseos que necesitan urgentemente ser mejorados, pues los años y la climatología dejan huella.






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