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miércoles, 1 de febrero de 2012

DOS MESES DESPUÉS


¿QUÉ está ocurriendo en las empresas Amaya Arzuaga y Elipse María Luisa Navarro? El pasado 2 de diciembre de 2011 se hacían efectivos (a toda prisa y sin planteamiento alguno) los primeros despidos: la mayoría de los trabajadores de Elipse y algunos de Amaya Arzuaga. Pero se quedaron, según  cuentan, ¿los que embaucan a otros para ellos no perder, los que siempre revolotean en busca de la mejor luz, los que  tragan saliva ante los improperios del jefe, o los débiles…?  Yo espero que no, deseo que no, creo sinceramente que no.  

Además hace un mes volvieron a despedir a otros. ¿Cuántos siguen desempeñando su trabajo y por cuánto tiempo?, ¿en qué condiciones serán despedidos? ¿De qué plazo dispone una empresa en ERE, que ha comunicado al Jefe de la Oficina Territorial de Trabajo la extinción de 38 contratos, la totalidad de la plantilla, y que ha sido aprobada? Estas preguntas se las plantean tanto los que están dentro, los que continúan con su labor, como los que fueron despedidos. Y aunque la parte positiva pudiera ser que algunos mantienen su puesto de trabajo, no nos engañemos, el peso de lo negativo es mayor, todo un abismo para Lerma. Y no debemos rasgarnos las vestiduras si estos, los que perdieron su puesto de trabajo, se sienten dolidos y traicionados, pues razón tienen…  

Razón tienen, y más cuando estos días Amaya Arzuaga presenta su nueva colección en Madrid Fashion Week (Pasarela Cibeles). Si cierra porque en los últimos años ha tenido pérdidas, ¿qué hace ahora en este desfile?, ¿quién sufraga todo este montaje? ¿Se le puede permitir a una empresa que está en tal situación (Elipse fabrica todo lo de Amaya Arzuaga), participar en eventos como éste? ¿Se están riendo de los despedidos y de la autoridad laboral? ¿No debieran los responsables de Madrid Fashion Week defender más lo confeccionado aquí y no permitir la participación de esos diseñadores que realizan su creación fuera de España (China, India) o que anuncian públicamente su marcha de nuestra piel de toro?

Y si a este ir y venir de las dos empresas sumamos el rumor de que han contratado a nuevos empleados (que no a antiguos trabajadores), ya nada será igual… ¿Pueden las mismas volver a contratar, después de presentar la una un ERE definitivo y la otra despidos procedentes objetivos? ¿Y si hubiera alguien trabajando sin estar asegurado y cobrando el desempleo? Algo cuecen, según cuentan, pues tienen todas las puertas del taller de confección cerradas y guardan silencio.

De todas formas, sería de poca cabeza, por parte de un empresario, despedir a alguien con su indemnización correspondiente y contratar a otro para realizar el mismo trabajo, cuando ese alguien, además con antigüedad en la empresa, fuera trabajador y leal. Aunque no nos extrañemos, haberlos los hay.

Como hay una mano negra en todo esto, una mano que quita y pone a escondidas… O peor todavía, una mano camaleónica.

                                     






  

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