Buscar

martes, 27 de marzo de 2012

UNA DE POLÍTICA

ÚLTIMAMENTE _ ¿por qué será?_, nos preguntamos sin son rentables los políticos, si estos son merecedores del puesto que desempeñan en esta democracia que amamos y defendemos por encima de cualquier ideología.

Sin duda, hay señores que merecen seguir y hasta morir en el cargo, pero desgraciadamente la mayoría no, y eso que han salido de nuestros votos, de nuestras buenas intenciones. Algo de culpa tendremos también los votantes, pues hay algunos que por norma depositan su confianza siempre al mismo partido, haya sido buena o mala su gestión, les da igual lo que cuente su programa o los chanchullos que hayan llevado a cabo… Sucede tanto en la izquierda como en la derecha. Y, claro, ¡así nos va!

Y en este amplio abanico de cargos elegidos democráticamente están los diputados provinciales, los nuestros. Pero ¿qué es un diputado?, ¿y una diputación? Una diputación es una corporación elegida para dirigir y administrar los intereses de una provincia. Y un diputado, una persona nombrada por elección popular como representante en la Diputación provincial.

Dicho esto y así, parece que nadie sobra, ni las diputaciones ni los diputados. Pero sí. Yo apuesto por una Diputación burgalesa progresista y transparente, más práctica y conocedora de las necesidades reales del entorno y los ciudadanos. Que no gaste el dinero en tanta parafernalia ni en los caprichos de los diputados de turno… Pido proyectos que tengan continuidad y un futuro económico.

Es decir, aprender del pasado para mejorar el presente. Que tengamos por sol, sobre todo, la Educación y la Cultura con mayúsculas, en todos sus aspectos. Y se puede. Y no sobran las diputaciones, pero sí los diputados. El papel representativo de estos lo asumiría una sola persona, el Presidente, pues el trabajo real ya lo están haciendo los Jefes del Servicio del área correspondiente.

No sirve, no, para nada un diputado provincial. Es, desgraciadamente, un lujo sin sentido. Su sueldo anual está entre los 60.000 y 70.000 euros, más plenos y comisiones.  Además, no sé qué dirá la Ley, pero ¿puede uno estar cobrando al mismo tiempo sueldo de diputado y jubilación? Yo espero que no. Pero si así fuera, entonces es que somos tontos del culo por permitirlo.

O por permitir que un diputado, que no ha hecho nada por salvar la empresa en la que trabajaba, siga en la Diputación. Esto debiera ser dimisión inmediata.

No hay comentarios:

Publicar un comentario