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martes, 15 de mayo de 2012

LA REFORMA EDUCATIVA. ¿QUIÉN TIENE RAZÓN?

ESTOS días se están celebrando manifestaciones en contra de la reforma educativa que el Gobierno pretende implantar para el próximo curso 2012-2013. Una de las asociaciones que más empeño tiene en que no se lleve a cabo dicha reforma es, sin duda, la Asociación de Madres y Padres del Instituto Valle del Arlanza. Que busca el apoyo no solo de los profesores y los alumnos, sino también de los alcaldes de las muchas localidades de la zona.

Gobierno y asociaciones tienen razón. El Gobierno por querer mejorar el sistema educativo, pues un 26% de los alumnos no llega a concluir la escolarización obligatoria y un 28% de los que obtienen el título de Secundaria no prosigue los estudios. Y las asociaciones por querer mantener, como es el caso de Lerma, las cuatro modalidades de Bachillerato en el mismo centro, pues lo contrario significaría tener que desplazarse a Burgos, con el aumento del gasto de las familias afectadas.

Están muy bien las manifestaciones, y hay que hacerlas, pero para qué, entonces, la Junta, para qué los políticos de la oposición… ¿no son ellos quienes conocen bien su tierra y quieren, por encima de todo, lo mejor para sus conciudadanos?...

La solución es mejorar la calidad de nuestros alumnos, pero no impartiendo todos los estudios en las ciudades. La solución es potenciar la enseñanza en el medio rural, pero no con profesores sin amor por su oficio y padres despreocupados.

Se dice que la escolarización obligatoria será hasta los 16 años y que se estructurará la Secundaria y el Bachillerato, con la inclusión de FP de Grado Medio. ¿Y qué? El problema no es la edad ni el número de cursos… El problema es ¿hasta cuándo va a durar el nuevo cambio?, ¿hasta las próximas elecciones?... Debiera formarse una comisión permanente, a nivel nacional, de expertos en la materia, sin ningún político por medio, que diseñara un modelo determinado de enseñanza pública, para siempre y con mejoras constantes.

Se dice que las aulas van a tener mayor número de alumnos, pero eso no significa que las asignaturas se vayan a impartir peor, que los estudiantes no adquieran los conceptos suficientes, sobre todo en Secundaria y en Bachillerato. Pues ahora hay asignaturas con muy pocos alumnos (algunas con menos de diez) y la mayoría de ellos no va a aprobar a final de curso… Siempre, y ya lo dije en un artículo anterior, depende mucho, muchísimo de la calidad del profesorado: el alumno debe percibir el apasionamiento del profesor por su asignatura y éste saber llegar a cada uno de sus alumnos.

Sin duda, la preocupación es enorme, pero ¿qué pinta uno de pueblo cuando las leyes las hace uno de ciudad? ¿O por qué nosotros mismos nos convertimos en uno de ciudad cuando llegamos a la Política? La culpa, desgraciadamente, también es nuestra.

El crecimiento de la comarca del Arlanza (se mire por donde se mire) está ligado a la enseñanza; y ésta, lamentablemente, al nacimiento de hijos; y éste, a la existencia de puestos de trabajo… Sin todo ello, cualquier comarca acaba muriéndose. …Y no lo deseo.

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